"Me lo contaron y lo olvidé, lo vi y lo entendí, lo hice y lo aprendí.
" Confucio

viernes, 29 de mayo de 2015

NO TODO ES DARLE PATADAS A UN BALÓN (LÓGICA INTERNA DE LOS JUEGOS)



Cada juego tiene su propia lógica interna singular, condición que le concede propiedades, relaciones y efectos específicos. La lógica interna se refiere al conjunto de rasgos pertinentes de una situación motriz y el entramado de consecuencias que se producen en esa práctica. Detrás del aparente desorden en las acciones de juego existe una organización estable que le da al juego una coherencia interna. De tal forma que la lógica interna de un juego exige a cada protagonista relacionarse de un modo específico con los otros jugadores (colaborándose u oponiéndose), con el espacio (subespacios, zonas prohibidas), con el tiempo (iniciando y finalizando el juego de forma concreta) y con el material (manipulando de un modo específico los objetos de juego).
Dos personas son distintas en un juego no por su color de pelo o estatura, sino porque dan respuestas distintas al adaptarse a su lógica interna. Es decir la manera de interpretar y llevar a cabo las acciones motrices del juego.
Imaginemos el juego de balón prisionero (cementerio). Las reglas de este juego introducen a todos los alumnos en una misma lógica interna caracterizada por la distribución de los jugadores en dos equipos, el uso de un balón para desafiar a los adversarios o colaborar con los compañeros. Son acciones motrices de este juego: pasar a un compañero, lanzar el balón a un adversario, interceptar, fintar, despejar etc. Lo que distingue a cada jugador es la manera de interpretar y llevar a cabo las acciones motrices del juego, por ejemplo:
Leire, el más atrevida y arriesgada, siempre quiere ir en busca del balón; Javi, mucho más calculador, opta por asegurar sus acciones motrices, sin dejar de mirar atentamente a los adversarios y a sus compañeros; Victor, más inseguro y dubitativo, es el primero en no saber anticiparse a un contrario despistado y le eliminan; A Paula le gusta ceder la iniciativa a los demás, y a menudo pasa el balón a sus compañeros.



No, no, no... todo no es darle patadas a una pelota.



Cada uno de estos jugadores lee, descifra e interpreta “la gramática” del juego de modo distinto, realizando cada una de las acciones motrices con características muy personales y propias. Es entonces cuando el concepto de acción motriz (resultado visible de lo que acontece en cualquier práctica: perseguir, escapar, coger el pañuelo, fintar, capturar) cede el paso al concepto personalizado y singular de conducta motriz (comportamiento motor con significado).
De hecho hay un montón de cosas que sólo se aprenden "dando patadas a un balón (jejejeje)" en serio, hay un montón de cosas que no pasarían en otro lugar que no fuera el patio del colegio.

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