"Me lo contaron y lo olvidé, lo vi y lo entendí, lo hice y lo aprendí.
" Confucio

domingo, 13 de marzo de 2016

MARCHA DE PUNTILLAS - IDIOPATIC TOE WALKING

Es frecuente que los niños cuando comienzan a andar, caminen esporádicamente de puntillas, ya que están aprendiendo y conociendo las posibilidades de su propio cuerpo. La dificultad surge cuando esa marcha de puntillas se mantiene en el tiempo. Cada vez existen más casos de niños que caminan de puntillas sin ningún motivo ortopédico o neurológico, cuando se desconoce la causa de este puntilleo hablamos de marcha idiopática de puntillas o Idiopatic Toe Walking. Por norma general, a este tipo de niños/as no se les realiza ningún tratamiento ni seguimiento, esperando a que "se les pase con el tiempo" sin tener en cuenta que "cuando se les pase" los cambios anatómicos y biomecánicos pueden ser permanentes.

¿Por qué los niños/as caminan de puntillas?

La marcha de puntillas puede estar asociada a una serie de factores que se podrían considerar factores de riesgo, ya que no existe una relación directa entre ellos y la aparición del puntilleo. Estos factores de riesgo son:

Uso de andadores y tacatás: Como hemos visto en otra entrada, los tacatás alteran completamente el patrón de pisada, pudiendo provocar aumento del tono, contracturas o pérdida de la movilidad.
Saltos en el desarrollo motor: Pese a que no es imprescindible realizar todos los hitos del desarrollo, el no adquirir algunos hitos del desarrollo puede condicionar la evolución del niño/a. En este caso, son especialmente relevantes la reptación y el gateo que activan una serie de patrones motores que ayudan a la consolidación de la marcha.
Retrasos madurativos: Se ha observado que un porcentaje alto de niños/as que caminan de puntillas presentan a lo largo del desarrollo retrasos en el lenguaje, dificultades en la manipulación, dificultades de aprendizaje...
Alteraciones del lenguaje: Al igual que en el apartado anterior existen diferentes estudios que demuestran que un número importante de casos de Idiopatic Toe Walking son también hablantes tardíos o presentan retrasos simples del lenguaje u otras alteraciones en el lenguaje
Otros trastornos del desarrollo: como el TGD (trastornos generalizados del desarrollo), TEA (trastorno de espectro autista)... pueden afectar al desarrollo de la marcha.

Existen muchas teorías para justificar esta marcha de puntillas, aunque no hay evidencia científica que les pueda dar validez. Analizaremos algunas de ellas:

Desorden del procesamiento sensorial (disfunción de la integración sensorial): Según las referencias bibliográficas, suele tratarse de un trastorno vestibular que se exacerba en niñ@s hipersensibles que perciben de forma muy intensa las sensaciones táctiles y que necesitan un mayor estímulo propioceptivo.
Reflejos primitivos: Pese a no existir evidencia que demuestre la relación entre la presencia de reflejos primitivos y la marcha de puntillas, existen diferentes artículos de opinión que indican la alteración del reflejo de Babinski y el reflejo tónico laberíntico en los niños que caminan de puntillas.
Trastornos emocionales y neuropsicológicos: Tampoco existen estudios que demuestren una relación directa, aunque en algunos casos se asocia a problemas de atención, falta de control inhibitorio, ansiedad, inquietud motora...
Vibración: En uno de los estudios científicos consultados, se intenta demostrar que los niños que caminan de puntillas tienen un umbral más bajo para percibir las vibraciones. No queda demostrado si esté cambio perceptivo es la causa o es una consecuencia de los cambios anatómicos y biomecánicos de la marcha de puntillas.
Cadenas musculares: Un desequilibrio de las cadenas musculares por compresiones o sobrestiramientos puede afectar al desarrollo de la cadena posterior, limitando el movimiento y produciendo acortamientos.
¿Qué hay que valorar cuando un niño/a camina de puntillas?


Historia clínica y entrevista inicial: Conocer a fondo el desarrollo del niñ@ desde la gestación hasta el momento que llega a consulta puede ofrecer mucha información sobre los motivos que le han llevado a caminar de puntillas: posturas mantenidas durante el embarazo, prematuridad, tipo de parto (y duración), desarrollo, antecedentes personales y familiares...
Examen neurológico: Descartar las causas neurológicas debe ser la principal prioridad, ya que incluso lesiones leves del sistema nervioso central pueden hacer que aumente el tono del tríceps sural desencadenando una marcha de puntillas (en este caso no hablaríamos de una marcha de puntillas idiopática).
Evaluación global del desarrollo: Con el uso de una escala o inventario del desarrollo podremos detectar la edad de desarrollo del niño/a.
Recorrido articular: Comprobar si existe una limitación de los arcos de movimiento del tobillo.
Valoración muscular: Sin limitarnos al tríceps sural, realizar una valoración completa de los miembros inferiores para buscar acortamientos o contracturas.
Examen ortopédico: Realizar un examen completo de todas las estructuras implicadas: raquis, pelvis, cadera, rodillas, tobillos y articulaciones del pie. Valorar la presencia de varos/valgos, rotaciones... Es muy común que se asocie una rotación tibial externa, varo de calcáneo y supinación del pie.
Valoración del patrón de marcha y carrera: Análisis de todas las fases de la marcha.

FIFIOTERAPIA Y OSTEOPATÍA INFANTIL

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