La mañana acertada
se vistió de calor.
Delante de los cristales
transparentes,
Ningunos niños
ven convertirse en tigres
un árbol rojo.
La mañana está sentada
a lo largo del mar.
Y un rubor de pera
tiembla en los tejadillos.
se vistió de calor.
Delante de los cristales
transparentes,
Ningunos niños
ven convertirse en tigres
un árbol rojo.
La mañana está sentada
a lo largo del mar.
Y un rubor de pera
tiembla en los tejadillos.
Poema colectivo de tercero "b"
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